El eclecticismo es un signo de los tiempos actuales y de la cultura global, cuya propuesta es construir formas y ambientes combinando elementos de diversos estilos. Propicia la soltura en la distribución de los muebles y la plasticidad de los espacios. Es una forma de vida en la que es posible mezclar la madera con la piel, un sillón tradicional con un librero modular en acabado rústico, o superficies pulidas con rugosas.
El mobiliario de una sala puede combinar géneros y épocas, si el conjunto de elementos otorgan carácter al espacio.
El encuentro entre lo viejo y lo nuevo y entre objetos de distintas culturas es útil para crear ambientes dinámicos. Así, es factible que convivan en un mismo espacio una mesa estilo tradicional con una lámpara moderna hecha en cristal, o decorar la habitación con tres candelabros, un sillón estilo provenzal y una mesa de centro terminada en espejo.
Es importante saber jugar con el peso que adquieren los objetos y muebles en el espacio tomando en consideración no sólo su propia forma, dimensión, color y textura, sino también el modo en el que interactúan entre sí. De su equilibrada combinación dependerá el éxito de un ambiente ecléctico. En una estancia es mejor recargar el peso en los elementos de mayor tamaño, como el cortinaje y el sofá, colocándolos en el plano más profundo, dejando los primeros planos para piezas que sean ligeras visualmente y para las texturas más suaves.