Un tercio de nuestra vida estamos en contacto con la ropa de cama, por lo que es indispensable hacer una buena elección a la hora de comprarla, y conocer los pros y contras para poder cuidar de ella y garantizarnos un descanso óptimo.
Muchas enfermedades como dermatitis y alergias se producen o se agudizan precisamente
por una mala selección o cuidado de la ropa de cama.
Sábanas de
algodón: la elección de calidad
Si envidias el tacto de las sábanas de
hotel, suaves pero almidonadas, casi “crujientes”, entonces
inclínate por sábanas de algodón de buena calidad, como las de algodón
egipcio o percal. Es la mejor elección en ropa
de cama, y duran mucho tiempo en perfectas condiciones, por lo que compensa la
inversión. Son sábanas frescas, que transpiran y de excelente tacto. La ropa de algodón
peinado tiene propiedades hipo
alergénicas, ya que en su fabricación se
han eliminado las impurezas. En contrapartida, encogen al lavarlas, se arrugan
y acaban amarilleando, si bien todo esto sólo ocurre en las de peor calidad.
Se reconoce la calidad por la urdimbre, es decir,
el número de hilos que lleva el tejido: de 100 a 200 hilos es una calidad baja,
mientras que entre 200 y 300 la calidad es alta (aunque hay hasta de
2.000 hilos). Según los expertos no importa tanto el número de hilos como que
sea hilo de una sola hebra, pero ese dato te será
difícil conseguirlo.
Sábanas compuestas: no se arrugan
Se trata de sábanas que mezclan
algodón con poliéster. Su ventaja es que no se arrugan ni encogen. Pero el tacto es menos
agradable y son menos frescas que las de algodón. Resisten peor los lavados en
caliente, y a veces se llenan de bolitas. Una buena elección son las sábanas
con un 80% de poliéster y un 20% de algodón. Si “presumen” de no arrugarse o de
ser antiestáticas, entonces son “compuestas”.
Sábanas de
raso y seda
Tienen sus ventajas. El raso ofrece un tacto
suave y frío, muy agradable en verano, pero
asegúrate de que las sábanas encajan bien en el tamaño del colchón porque se
deslizan fácilmente… En cuanto a la seda, tiene un tacto suave y
propiedades antialérgicas naturales.
Sigue estos sencillos consejos para el cuidado de tu salud.
Lava
antes del primer uso para
eliminar restos de sustancias químicas de la fabricación. El algodón de
calidad encoge poco y sólo en el primer lavado, y de hecho, ya viene
calculada la merma (un 3%). El de peor calidad encoge hasta un 12%.
Los ácaros anidan en los colchones y en
la ropa de cama. Aspira el colchón y envuélvelo en una funda con cremallera. Pon funda también a
las almohadas. Lava las fundas una vez al mes.
Cambia la ropa de cama semanalmente a
no ser que vivas en un clima húmedo, en cuyo caso hazlo dos veces por semana.
Renueva las fundas de almohada dos veces por semana.
En cuanto a temperatura
de lavado, sigue las indicaciones
de la etiqueta. Puedes prescindir del suavizante. Si tu zona es de agua
dura (combina mal con el detergente),
echa más producto y lava a 40ºC.
Si añades media taza de
bicarbonato al detergente de la lavadora, desodorizarás las sábanas, darás
luminosidad a los colores y blanquearás las sábanas que amarillean.
Seca
al sol siempre que puedas. Es el mejor
desinfectante y blanqueador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario