Mantener una correcta higiene en la cocina, con una limpieza adecuada, es fundamental para un hogar sano. La cocina es el lugar de la casa donde se almacenan y manipulan los alimentos, y por eso debe estar en perfectas condiciones en todo momento. Aprende cómo mantener la cocina a prueba de bacterias.
Limpieza y desinfección en la cocina deben ir unidas, y se le debe dar la máxima prioridad en las tareas de la casa para evitar la proliferación de bacterias justo en el lugar donde preparamos la comida. Está comprobado que las bacterias son capaces de anclarse entre sí y formar lo que se llaman adherencias bacterianas o biofilms, mucho más difíciles de erradicar que cada microorganismo por separado.
Periodicidad en la limpieza de la cocina
La limpieza de la cocina debe mantener periodicidades diferentes. Por un lado, será necesaria una higiene diaria de las encimeras y la mesa si la hubiere, el fregadero, la superficie de cocción, el frente de cocina donde se almacena la grasa y el suelo. Con un producto lavavajillas y una esponja con estropajo, más una bayeta para aclarar tendremos resuelto el problema.
La limpieza de exteriores de armarios y electrodomésticos, interior de microondas, campana extractora e interior de frigorífico puede ser de periodicidad semanal, en función de las personas que convivan en la casa y el tiempo que pasen en ella. Es importante guardar en el frigorífico los alimentos correctamente envueltos en film o papel de aluminio o bien en recipientes cerrados de cristal o plástico.
Interiores de armarios, donde almacenamos el menaje de cocina y de mesa y los alimentos, precisan una higiene mensual, aunque es recomendable limpiar y desinfectar los tiradores si los hubiere diariamente, ya que a veces necesitamos abrir el gavetero o cajón mientras manipulamos los alimentos crudos. Lo mismo sirve para las llaves de la luz, que encendemos y apagamos constantemente.
Azulejos o plaquetas y repaso de las juntas de las baldosas de cocina pueden realizarse cada mes o dos meses, en función de si se cocina poco o mucho.
El limpiador habitual
Dos cucharadas de bicarbonato en un litro de agua son una excelente mezcla limpiadora para las superficies de la cocina. También el jabón casero o tipo Lagarto disuelto en agua. Para la grasa, lo mejor es utilizar un poco de vinagre o amoniaco disueltos en agua. Las superficies delicadas, mejor limpiarlas de acuerdo a las instrucciones del fabricante.
Limpiar el microondas
Mezcla dos cucharadas de zumo de limón o vinagre con dos tazas de agua en un recipiente apto para microondas sin llenarlo. Calienta a la máxima potencia durante 2-3 minutos. Retira el recipiente y limpia con toallas de papel las superficies interiores del microondas. Repite tantas veces como sea necesario.
Periodicidad: 1 vez/semana o 10 días
Limpiar la cafetera
Llena el depósito de agua con agua y vinagre a partes iguales y pon en funcionamiento la cafetera hasta vaciar el depósito. Luego utiliza agua limpia para realizar la misma operación y enjuagar el depósito. Rellena en total 3 veces con agua limpia.
Periodicidad: 1 vez/mes
Limpiar el horno
SI el horno no tiene función de auto limpieza, esparce por su interior un producto en espuma y deja actuar toda la noche. Al día siguiente, con la ventana abierta para ventilar, retira el producto con ayuda de una bayeta humedecida y enjuagada tantas veces como sea necesario.
Periodicidad: depende del uso, pero mínimo 1 vez/mes
Limpiar bayetas y estropajos
Es frecuente que utilicemos estos productos auxiliares de limpieza y se nos olvide lavarlos, pero son un verdadero almacén de bacterias porque la humedad y los restos de comida atraen a los microorganismos. Lo mismo sirve para los paños de secar y los guantes acolchados de horno, los delantales, etc. Échalos a la lavadora con mucha frecuencia.
1 vez/día o dos días
Depósitos minerales en los grifos y en los fregaderos de acero inoxidable
Cubre con toallas de papel empapadas en vinagre y deja actuar una hora. Enjuaga con agua limpia.
Periodicidad: cada vez que se formen.
Sistemas de iluminación
Casi siempre se nos olvidan, pero las luminarias deben incluirse en la rutina mensual de limpieza, al menos exteriormente. También conviene retirar los plafones, si los hubiere, una vez cada seis meses parar limpiarlos bien por dentro y eliminar los insectos que suelen introducirse en su interior.
Periodicidad: mensual por fuera y semestral retirando el plafón para limpiar el interior.
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