Algunos estudios demuestran que en una de las primeras cosas en
las que nos fijamos al entrar en una casa es en su olor,
seguido de la decoración y finalmente de la distribución.
La decoración es un mundo tan amplio que llega a tocar casi todos
los temas desde diferentes puntos de vista, hoy vamos a ocuparnos del sentido del olfato, de los aromas,
de lo que nos trasmiten, de las emociones que nos despiertan, de sentimientos…
El sentido del olfato está directamente relacionado con las
emociones; relax,
nervios, alegría, calma… los olores pueden generarnos multitud de sensaciones y
también de reacciones, pero a pesar de que el olfato es el sentido más sensible
del ser humano, también es el gran olvidado de los sentidos.
La
emocionalidad de las personas se asocia fuertemente a aquello que huelen y su
memoria establece la conexión futura a nivel del cerebro, desde aquellos
centros que procesan y/o interconectan a los sistemas de percepción sensorial y
de creación de emociones.
En el mundo occidental el olfato ha sido probablemente uno de los
sentidos menos valorados a nivel personal frente a la vista y el oído, que
ocupaban lugares preferentes a este respecto. Sin embargo hoy en día una
gran mayoría de personas considera al sentido del olfato tan importante como
los demás, y un porcentaje considerable de personas lo considera el
más
importante de todos ellos.
Cada día otorgamos más importancia a los olores en el ambiente que
nos rodea, y cuidamos de forma especial los olores de nuestro hogar
esforzándonos por crear un frescor duradero que generalmente solemos asociar a
limpieza.
Tratamos de evitar olores desagradables como basura, comida,
mascotas… y lo hacemos porque aunque no seamos conscientes de ello, el mal olor
repercute negativamente en nuestro estado de ánimo, aunque también sucede
exactamente lo contrario, hay determinados olores que tienen la capacidad de
animarnos y de hacernos sentir mejor, por ejemplo los aromas
florales, los cítricos o el aroma del mar.
Cuando olemos un determinado aroma, instantáneamente se produce
una asociación de ideas en nuestra mente. Nuestra memoria
es capaz de retener hasta 10.000 aromas distintos, aunque habitualmente solo
somos capaces de reconocer 200. Sin embargo cuando uno de esos aromas se
cuela en nuestra nariz, de repente somos capaces de recordar el lugar en el que
estábamos la primera vez que disfrutamos de aquel aroma, lo que estábamos
haciendo… e incluso puede recordarnos momentos concretos de nuestra vida,
experiencias vividas, acontecimientos…
Por eso etiquetar los aromas resulta muy complicado,
porque cada persona los asocia a determinadas circunstancias, y si un aroma
agradable lo relacionamos inconscientemente con una situación triste o
desagradable de nuestra vida, deja de serlo de forma instantánea
Los olores y aromas son, en definitiva, un excepcional mecanismo para
ayudar a pasar de lo puramente sensorial a lo realmente experimental
y vivencial.
Acércate a nosotros ya que contamos con diferentes difusores: eléctricos, con velas, o de carrizo de acuerdo a tus necesidades así como arómas frutales y cítricos, herbales y amaderados, florales, frescos, o dulces y con sabor de hogar.
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